La imagen en movimiento nos da la sensación de vitalidad y nos hace imaginar una realidad dimensionada en nuestra propia temporalidad. La pieza busca jugar con el principio de animación del cine; utiliza una flor, elemento que refiere al cine que da alma—anima—, y en cuestión de segundos la su ciclo de vida, de semilla a flor, pasa en segundos en un eterno ciclo. Utilizando también un elemento del cine, la linterna mágica, la planta—que ahora es una caléndula, de la familia de las margaritas--,útil para sanar heridas, se encuentra en una estructura que la apresa, contiene, inmoviliza, cocina y seca. De tal manera que a lo largo del funcionamiento del sistema que produce la imagen, esta última, se va modificando pasando de una hermosa flor llena de vitalidad a una suerte de ramitas y pétalos secos y arrugados que de modo obnubilado y lentamente van desapareciendo la imagen visibilizando la tragedia y drama de la muerte de la imagen; una muerte lenta, casi eternizada y sin convertirse en un gran espectáculo que evoca el proceso inverso al principio del cine, el principio que une a la pieza con la historia de la imagen.
proyecciones:
